APORTES PARA EL ENTENDIMIENTO
DEL CEREBRO HUMANO Y DE SU MENTE CONSCIENTE: la gerencia desde la neurociencia
Dr. Humbert E. Urdaneta F.
Médico Cirujano
Magister en Gerencia de Salud Pública
humberturdaneta@gmail.com
El hombre ha volcado su mirada sobre sí mismo desde los
inicios de la humanidad como un todo inclusivo, como expresión de irreverencia
animal en la especie y como forma de relación entre sus congéneres en cuanto a
identidad gregaria y en tanto a diferenciación individual que impacta al
colectivo. El conocimiento sobre sí mismo es la clave de la superioridad de
algunos en las áreas del liderazgo que de forma natural es aceptado por la
especie y hasta necesario para la continuidad de los esquemas que nos
identifican diferentes al resto de la escala biológica, donde la superioridad
es marcada por la fuerza, por la dominación sangrienta de las garras, los
dientes y la velocidad, en contrapuesta manera de los humanos con su inteligencia
de mayor desarrollo en insondables determinaciones imaginativas, en la
persuasión verbal, en las maneras sutiles del alcanzar objetivos en sus
congéneres a través de la moral.
El hombre, proveniente de la naturaleza, tal cual la
configuración que de los ensayos y errores ha provenido de la evolución, se ha
engrandecido de todas las demás especies del planeta dado la predominancia del
órgano somato-sensorial de mayor envergadura funcional y anatómica de la
bioevolución: el cerebro.
El cerebro es la cúspide en el desarrollo de las
adaptaciones, con la capacidad para reconocer el medio donde se desenvuelve,
tanto en lo interno, el soma, con el dominio supremo de su propia economía, así
como en lo externo, lo social, con la superación de los obstáculos que atentan
contra su propia economía, pasando por la defensa de la propia vida establecida
en los sentidos e integrada en un centro monumental de procesamiento de datos,
creación de información y respuestas automáticas o conscientes para la garantía
inequívoca del mantenimiento de la vida, en las mejores condiciones posibles,
hasta la elaboración de arte, poesía, lenguaje, como formas de manifestación
excelsa de una racionalidad y emocionalidad sin precedentes. El cerebro
funciona con la máxima eficiencia en la relación del individuo con la sociedad,
y de la sociedad con el mundo. Es un centro de identificación del medio externo
a través del sensorio, de integración de respuestas a través del sistema
nervioso central, de asociación de ideas a través de la mente, resultando esta
unificación inusual en la naturaleza, en una vida de relación afectiva la cual
dista mucho por diferente, si se compara con alguna de los mamíferos
superiores.
La evolución nos ha formado para ser la especie dominante a
través del cerebro, que en la superioridad animal que lo designa, ha dado el
resultado de la mente, un atributo evolutivo de la especie vinculada en
estricto al cerebro como causa física. Los procesos mentales son el resultado
de las relaciones moleculares, químicas, celulares o neuronales que en
definitiva, es lo que se detecta como prueba cuando se estudia el cerebro. La
mente es la expresión más compleja de la condición humana y necesita de todas
las partes cerebrales integras para su buen funcionamiento. La mente está
estructurada por el entrecruzamiento de los dos hemisferios cerebrales, los
cuales tienen estructuras anatómicas similares pero funciones distintas. El
hemisferio derecho del cerebro está estructurado para el funcionamiento de todo
lo relativo a lo superior en los sentimientos y las bellas artes, mientras que
el cerebro izquierdo está estructurado para todo lo relacionado con las
ciencias, la metódica, la lógica científica. Ambos hemisferios cerebrales son
unificados por una zona de relación y de cruce de fibras nerviosas de alta
conectividad y mayor relación integradora llamada cuerpo calloso. Es decir,
para que exista una mente sana y coherente, capaz del reconocimiento del mundo,
es necesario que todos los componentes del sistema cerebral estén indemnes, a
saber, al menos, los dos hemisferios cerebrales y el cuerpo calloso.
La mente se dirige a los procesos operacionales cerebrales
que contribuyen de manera significativa a la consolidación de redes de
conocimiento, como por ejemplo, leer, escribir, recordar, generar imágenes, en
donde estas tareas pueden ser separadas y analizadas individualmente, e
incluso, creando dos mentes separadas, según los estudios en la enfermedades
mentales que han debido seccionar el cuerpo calloso para su tratamiento. Así que
la mente, siendo resultado del cerebro y causada por la materia altamente
organizada por la bioevolución, deja ver que su composición y presencia está en
estricto relacionada con las funciones cerebrales neuroeléctricas,
neuroquímicas, neuroendocrinas y estructuras anatómicas en general. Los
procesos cerebrales, llevan a los procesos mentales.
El cerebro da como fruto a la mente, como actividad cognitiva superior y esta tiene su expresión
más avanzada, la consciencia.
La consciencia es una palabra que define con dificultad su
significado último como parte del cerebro y de sus procesos mentales. La
consciencia es el reconocimiento de sí mismo como un elemento que está inmerso
en la realidad, pero que nos hace reconocerla fuera de nosotros. Es una inacabada
prueba de lo útil de recordar el pasado, de proyectarnos al futuro, de darnos
propósito de vida, de estar en alerta ante las agresiones del medio externo, de
hacer de cada acto un evento alejado del automatismo cerebral, donde nuestras
respuestas conscientes son pesadas en la práctica, desarrollando extraños
bucles de ensayo y error que nos lleva al conocimiento sui generis de lo que
somos, de nuestras creencias, de nuestros deseos. La consciencia es la vida de
relación social y nuestro mundo interior reconocible, que siendo extenso, no lo
puede ser para todas las cosas que nos atañe. Podemos ser conscientes solo de
una parte de nuestra vida de relación social, y esa parte, asume un destacado
papel en la toma de decisiones para la asociación natural de las cosas y para
enfrentar los retos que el día a día nos depara.
Las decisiones son en general actos conscientes, basadas en
datos que se convierten en información rápida para ofrecernos alternativas
confiables para asumir la apuesta por el resultado beneficios de la decisión
que se asume. Toda decisión es el resultado de un recorrido que inicia en el
sensorio, pasa por las emocionalidad, se procesa en la mente, se hace
consciente y se devuelve como acción personal y social para el éxito en la
apuesta por el bienestar. Las decisiones conscientes siempre apuntan al
bienestar, que debe interpretarse como todo aquello que produzca confort al
individuo consciente y sano, dentro de los esquemas convencionales de sanidad.
En este momento pudiéramos hacer un esquema
extraordinariamente resumido donde señalemos que la respuesta de la
bioevolución para la supremacía de la especie es el cerebro, que este genera la
mente, que esta genera la consciencia, que la consciencia genera la toma de
decisiones, que las decisiones tomadas fueron hechas en función de la creencia
personal sobre el bienestar.
Es decir, que toda decisión es una expresión de la
consciencia, siendo que esta es producto de la actividad personal por el
reconocimiento de sí mismo en un contexto dado como ambiente externo. Reconocer
el ambiente a través del sensorio y conciliarlo con nuestras creencias e
intereses, hace que nos proyectemos hacia fórmulas sociales para el logro de
los objetivos que nos imponemos en función de la satisfacción de nuestras
necesidades conscientes para el confort. Y todo lo que hagamos para lograr un
objetivo, es gerenciar el éxito personal en la sociedad. La gerencia sería la
acción consciente basada en el reconocimiento personal de lo que somos en la
realidad que nos circunda, donde las consideraciones de las decisiones que
tomamos, se establecen dependiendo de los procesos mentales que desarrollemos,
de nuestras funciones químicas, de nuestras emociones, de nuestros esquemas de
creencias, de nuestra representación de nosotros mismos en el esquema mundo.
Toda decisión es hija del cerebro.
La batalla más sutil y contundente por la supremacía en la
toma de decisiones como expresión de la gerencia consciente, se da en el cerebro
y sus procesos mentales. Conocer la génesis primera de estos conocimientos residenciados
en los procesos cerebrales para hacerlos mentales y reflexivos, nos da la
ventaja para la dirección de objetivos comunes o individuales que hacen del
sistema mundo un mejor o peor lugar para vivir, que nos de la ventaja para el
confort o nos proporcione las herramientas para la destrucción de lo conocido.
Conocer el cerebro y su mecánica es la última frontera de la
humanidad.
En paralelo, la gerencia viene siendo vinculada a la
capacidad de algunos individuos para lograr el éxito personal y organizacional
motivado a una visión pre-clara y superior sobre las cosas en la cotidianidad
que nos rodea y que se establece como sustrato alimenticio a esas personas
quienes lo toman y convierten en un producto apetecible y bueno para ser
disfrutado, en una invitación cordial e irresistible para acompañar al gerente
a su degustación y beneplácito del palto que este prepara que implica ir con él
a la mesa, compartir la exquisitez y reproducirla en lo sucesivo. Los gerentes,
en cuanto líderes, invitan a la acción a terceros, manejando modelos para
atraer voluntades y llevar adelante decisiones que acercan los objetivos
planeados.
La gerencia es una toma de decisiones constante, es un
esfuerzo por el reconocimiento, adaptación y superación de circunstancias.
Todos, de una u otra forma, hacemos gerencia diaria, pues tomamos decisiones permanentemente,
de mayor o menor envergadura para el impacto positivo en nuestras vidas. Y las
decisiones son producto de los procesos mentales cerebrales que implican actos
conscientes en la mayoría de los casos.
Así que gerenciar es resultado del reconocimiento de sí
mismo como inmersos en la realidad pero fuera de ellas de manera subjetiva y si
la consciencia es un proceso mental producto del cerebro, pues la gerencia es
parte del proceso mental que general el cerebro; la gerencia es parte la
explicación de las funciones mentales basadas en la química y física cerebral.
Partiendo de este principio, la gerencia se convierte en
motivo de estudio para la neurociencia aplicada a la cotidianidad. Conocer el
cerebro es básico si queremos entender las decisiones que impulsan a los
gerentes, quienes no escapan de lo que hace original al ser humano, su
inteligencia, su integración emocional y racional en un cerebro que parte de
las funciones de automatismo para la conservación de la vida. Conocer que la
alimentación o la oxigenación cerebral pueden afectar la toma de decisiones
para la gerencia excelente, o que las emociones y las sustancias químicas
pueden modificar nuestra forma de actuar ante determinados estímulos externos,
o que la genética y las conductas aprendidas modificadas por el carácter nos
afectan a la hora de tomar decisiones, pues todo se convierte en objeto de
estudio serio y cauteloso, pues todo conocimiento generado en esta área, tiene
repercusiones en la enseñanza de los nuevos gerentes para que tomen decisiones
acertadas reconociéndose a sí mismo y reconociendo a quienes trabajan con él y
para él, sacándoles el máximo beneficio a los mismo sin perder de vista el
confort como regla general de los individuos en la especie y sociedad.
Todo lo social se reduce al cerebro. Todo acto volitivo, las
decisiones, se reduce a la mente consciente. Ahora se trata de entender el
cerebro para transformar la mente consciente. Esto es la historia futura del
mundo… depende de nosotros.
Así es Humbert si cada uno de nosotros se enfoca en conocerse así mismo será más fácil conocer y reconocer al otro, son tantas las potencialidades que tenemos y nosotros mismos no lo sabemos subestimando nuestras fortalezas y oportunidades. Es tan importante el despertar de nuestra conciencia como el respirar y respirar desde la conciencia facilita nuestras decisiones que no son más que las respuestas que damos producto de nuestros paradigmas y el manejo de nuestras emociones. No se trata de reprimir ni explotar con nuestras emociones, se trata de administrar y equilibrar esas emociones. Un gerente despierta en la medida que despierta su conciencia para ser un transformador de su universo
ResponderBorrarAsí es Humbert si cada uno de nosotros se enfoca en conocerse así mismo será más fácil conocer y reconocer al otro, son tantas las potencialidades que tenemos y nosotros mismos no lo sabemos subestimando nuestras fortalezas y oportunidades. Es tan importante el despertar de nuestra conciencia como el respirar y respirar desde la conciencia facilita nuestras decisiones que no son más que las respuestas que damos producto de nuestros paradigmas y el manejo de nuestras emociones. No se trata de reprimir ni explotar con nuestras emociones, se trata de administrar y equilibrar esas emociones. Un gerente despierta en la medida que despierta su conciencia para ser un transformador de su universo
ResponderBorrarSerá lo que llamamos románticamente corazón! más bien Cerebro? No se por qué le damas tanta importancia al corazón (que lo tiene en la parte biológica) pero el Cerebro es quien tiene todo el poder, tan es así que si no lo cultivamos y sólo nos dejamos llevar por el día a día nos controla sin darnos cuenta conscientemente, es decir nos quedamos solo con la visión o interpretación de una partecita y no es que juzgue que este mal o bien, pero si lo estudiamos e internalizamos todas las funciones tan básicas y complejas a la vez que el Cerebro realiza tendremos una visión más amplia de todo en la vida; por tanto es el Cerebro el órgano que más debemos fortalecer, conocer y estudiar para TODO, Gracias Humbert por este articulo y a Maryuri por la Genialidad de este Diplomado
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