domingo, 13 de noviembre de 2016

APORTES PARA EL ENTENDIMIENTO DEL CEREBRO HUMANO Y DE SU MENTE CONSCIENTE: la gerencia desde la neurogerencia



APORTES PARA EL ENTENDIMIENTO DEL CEREBRO HUMANO Y DE SU MENTE CONSCIENTE: la gerencia desde la neurociencia

Dr. Humbert E. Urdaneta F.
Médico Cirujano
Magister en Gerencia de Salud Pública
humberturdaneta@gmail.com

El hombre ha volcado su mirada sobre sí mismo desde los inicios de la humanidad como un todo inclusivo, como expresión de irreverencia animal en la especie y como forma de relación entre sus congéneres en cuanto a identidad gregaria y en tanto a diferenciación individual que impacta al colectivo. El conocimiento sobre sí mismo es la clave de la superioridad de algunos en las áreas del liderazgo que de forma natural es aceptado por la especie y hasta necesario para la continuidad de los esquemas que nos identifican diferentes al resto de la escala biológica, donde la superioridad es marcada por la fuerza, por la dominación sangrienta de las garras, los dientes y la velocidad, en contrapuesta manera de los humanos con su inteligencia de mayor desarrollo en insondables determinaciones imaginativas, en la persuasión verbal, en las maneras sutiles del alcanzar objetivos en sus congéneres a través de la moral.

El hombre, proveniente de la naturaleza, tal cual la configuración que de los ensayos y errores ha provenido de la evolución, se ha engrandecido de todas las demás especies del planeta dado la predominancia del órgano somato-sensorial de mayor envergadura funcional y anatómica de la bioevolución: el cerebro.

El cerebro es la cúspide en el desarrollo de las adaptaciones, con la capacidad para reconocer el medio donde se desenvuelve, tanto en lo interno, el soma, con el dominio supremo de su propia economía, así como en lo externo, lo social, con la superación de los obstáculos que atentan contra su propia economía, pasando por la defensa de la propia vida establecida en los sentidos e integrada en un centro monumental de procesamiento de datos, creación de información y respuestas automáticas o conscientes para la garantía inequívoca del mantenimiento de la vida, en las mejores condiciones posibles, hasta la elaboración de arte, poesía, lenguaje, como formas de manifestación excelsa de una racionalidad y emocionalidad sin precedentes. El cerebro funciona con la máxima eficiencia en la relación del individuo con la sociedad, y de la sociedad con el mundo. Es un centro de identificación del medio externo a través del sensorio, de integración de respuestas a través del sistema nervioso central, de asociación de ideas a través de la mente, resultando esta unificación inusual en la naturaleza, en una vida de relación afectiva la cual dista mucho por diferente, si se compara con alguna de los mamíferos superiores.

La evolución nos ha formado para ser la especie dominante a través del cerebro, que en la superioridad animal que lo designa, ha dado el resultado de la mente, un atributo evolutivo de la especie vinculada en estricto al cerebro como causa física. Los procesos mentales son el resultado de las relaciones moleculares, químicas, celulares o neuronales que en definitiva, es lo que se detecta como prueba cuando se estudia el cerebro. La mente es la expresión más compleja de la condición humana y necesita de todas las partes cerebrales integras para su buen funcionamiento. La mente está estructurada por el entrecruzamiento de los dos hemisferios cerebrales, los cuales tienen estructuras anatómicas similares pero funciones distintas. El hemisferio derecho del cerebro está estructurado para el funcionamiento de todo lo relativo a lo superior en los sentimientos y las bellas artes, mientras que el cerebro izquierdo está estructurado para todo lo relacionado con las ciencias, la metódica, la lógica científica. Ambos hemisferios cerebrales son unificados por una zona de relación y de cruce de fibras nerviosas de alta conectividad y mayor relación integradora llamada cuerpo calloso. Es decir, para que exista una mente sana y coherente, capaz del reconocimiento del mundo, es necesario que todos los componentes del sistema cerebral estén indemnes, a saber, al menos, los dos hemisferios cerebrales y el cuerpo calloso.

La mente se dirige a los procesos operacionales cerebrales que contribuyen de manera significativa a la consolidación de redes de conocimiento, como por ejemplo, leer, escribir, recordar, generar imágenes, en donde estas tareas pueden ser separadas y analizadas individualmente, e incluso, creando dos mentes separadas, según los estudios en la enfermedades mentales que han debido seccionar el cuerpo calloso para su tratamiento. Así que la mente, siendo resultado del cerebro y causada por la materia altamente organizada por la bioevolución, deja ver que su composición y presencia está en estricto relacionada con las funciones cerebrales neuroeléctricas, neuroquímicas, neuroendocrinas y estructuras anatómicas en general. Los procesos cerebrales, llevan a los procesos mentales.

El cerebro da como fruto a la mente, como actividad  cognitiva superior y esta tiene su expresión más avanzada, la consciencia.

La consciencia es una palabra que define con dificultad su significado último como parte del cerebro y de sus procesos mentales. La consciencia es el reconocimiento de sí mismo como un elemento que está inmerso en la realidad, pero que nos hace reconocerla fuera de nosotros. Es una inacabada prueba de lo útil de recordar el pasado, de proyectarnos al futuro, de darnos propósito de vida, de estar en alerta ante las agresiones del medio externo, de hacer de cada acto un evento alejado del automatismo cerebral, donde nuestras respuestas conscientes son pesadas en la práctica, desarrollando extraños bucles de ensayo y error que nos lleva al conocimiento sui generis de lo que somos, de nuestras creencias, de nuestros deseos. La consciencia es la vida de relación social y nuestro mundo interior reconocible, que siendo extenso, no lo puede ser para todas las cosas que nos atañe. Podemos ser conscientes solo de una parte de nuestra vida de relación social, y esa parte, asume un destacado papel en la toma de decisiones para la asociación natural de las cosas y para enfrentar los retos que el día a día nos depara.

Las decisiones son en general actos conscientes, basadas en datos que se convierten en información rápida para ofrecernos alternativas confiables para asumir la apuesta por el resultado beneficios de la decisión que se asume. Toda decisión es el resultado de un recorrido que inicia en el sensorio, pasa por las emocionalidad, se procesa en la mente, se hace consciente y se devuelve como acción personal y social para el éxito en la apuesta por el bienestar. Las decisiones conscientes siempre apuntan al bienestar, que debe interpretarse como todo aquello que produzca confort al individuo consciente y sano, dentro de los esquemas convencionales de sanidad.

En este momento pudiéramos hacer un esquema extraordinariamente resumido donde señalemos que la respuesta de la bioevolución para la supremacía de la especie es el cerebro, que este genera la mente, que esta genera la consciencia, que la consciencia genera la toma de decisiones, que las decisiones tomadas fueron hechas en función de la creencia personal sobre el bienestar.

Es decir, que toda decisión es una expresión de la consciencia, siendo que esta es producto de la actividad personal por el reconocimiento de sí mismo en un contexto dado como ambiente externo. Reconocer el ambiente a través del sensorio y conciliarlo con nuestras creencias e intereses, hace que nos proyectemos hacia fórmulas sociales para el logro de los objetivos que nos imponemos en función de la satisfacción de nuestras necesidades conscientes para el confort. Y todo lo que hagamos para lograr un objetivo, es gerenciar el éxito personal en la sociedad. La gerencia sería la acción consciente basada en el reconocimiento personal de lo que somos en la realidad que nos circunda, donde las consideraciones de las decisiones que tomamos, se establecen dependiendo de los procesos mentales que desarrollemos, de nuestras funciones químicas, de nuestras emociones, de nuestros esquemas de creencias, de nuestra representación de nosotros mismos en el esquema mundo.

Toda decisión es hija del cerebro.

La batalla más sutil y contundente por la supremacía en la toma de decisiones como expresión de la gerencia consciente, se da en el cerebro y sus procesos mentales. Conocer la génesis primera de estos conocimientos residenciados en los procesos cerebrales para hacerlos mentales y reflexivos, nos da la ventaja para la dirección de objetivos comunes o individuales que hacen del sistema mundo un mejor o peor lugar para vivir, que nos de la ventaja para el confort o nos proporcione las herramientas para la destrucción de lo conocido.

Conocer el cerebro y su mecánica es la última frontera de la humanidad.

En paralelo, la gerencia viene siendo vinculada a la capacidad de algunos individuos para lograr el éxito personal y organizacional motivado a una visión pre-clara y superior sobre las cosas en la cotidianidad que nos rodea y que se establece como sustrato alimenticio a esas personas quienes lo toman y convierten en un producto apetecible y bueno para ser disfrutado, en una invitación cordial e irresistible para acompañar al gerente a su degustación y beneplácito del palto que este prepara que implica ir con él a la mesa, compartir la exquisitez y reproducirla en lo sucesivo. Los gerentes, en cuanto líderes, invitan a la acción a terceros, manejando modelos para atraer voluntades y llevar adelante decisiones que acercan los objetivos planeados.

La gerencia es una toma de decisiones constante, es un esfuerzo por el reconocimiento, adaptación y superación de circunstancias. Todos, de una u otra forma, hacemos gerencia diaria, pues tomamos decisiones permanentemente, de mayor o menor envergadura para el impacto positivo en nuestras vidas. Y las decisiones son producto de los procesos mentales cerebrales que implican actos conscientes en la mayoría de los casos.

Así que gerenciar es resultado del reconocimiento de sí mismo como inmersos en la realidad pero fuera de ellas de manera subjetiva y si la consciencia es un proceso mental producto del cerebro, pues la gerencia es parte del proceso mental que general el cerebro; la gerencia es parte la explicación de las funciones mentales basadas en la química y física cerebral.

Partiendo de este principio, la gerencia se convierte en motivo de estudio para la neurociencia aplicada a la cotidianidad. Conocer el cerebro es básico si queremos entender las decisiones que impulsan a los gerentes, quienes no escapan de lo que hace original al ser humano, su inteligencia, su integración emocional y racional en un cerebro que parte de las funciones de automatismo para la conservación de la vida. Conocer que la alimentación o la oxigenación cerebral pueden afectar la toma de decisiones para la gerencia excelente, o que las emociones y las sustancias químicas pueden modificar nuestra forma de actuar ante determinados estímulos externos, o que la genética y las conductas aprendidas modificadas por el carácter nos afectan a la hora de tomar decisiones, pues todo se convierte en objeto de estudio serio y cauteloso, pues todo conocimiento generado en esta área, tiene repercusiones en la enseñanza de los nuevos gerentes para que tomen decisiones acertadas reconociéndose a sí mismo y reconociendo a quienes trabajan con él y para él, sacándoles el máximo beneficio a los mismo sin perder de vista el confort como regla general de los individuos en la especie y sociedad.

Todo lo social se reduce al cerebro. Todo acto volitivo, las decisiones, se reduce a la mente consciente. Ahora se trata de entender el cerebro para transformar la mente consciente. Esto es la historia futura del mundo… depende de nosotros.

3 comentarios:

  1. Así es Humbert si cada uno de nosotros se enfoca en conocerse así mismo será más fácil conocer y reconocer al otro, son tantas las potencialidades que tenemos y nosotros mismos no lo sabemos subestimando nuestras fortalezas y oportunidades. Es tan importante el despertar de nuestra conciencia como el respirar y respirar desde la conciencia facilita nuestras decisiones que no son más que las respuestas que damos producto de nuestros paradigmas y el manejo de nuestras emociones. No se trata de reprimir ni explotar con nuestras emociones, se trata de administrar y equilibrar esas emociones. Un gerente despierta en la medida que despierta su conciencia para ser un transformador de su universo

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  2. Así es Humbert si cada uno de nosotros se enfoca en conocerse así mismo será más fácil conocer y reconocer al otro, son tantas las potencialidades que tenemos y nosotros mismos no lo sabemos subestimando nuestras fortalezas y oportunidades. Es tan importante el despertar de nuestra conciencia como el respirar y respirar desde la conciencia facilita nuestras decisiones que no son más que las respuestas que damos producto de nuestros paradigmas y el manejo de nuestras emociones. No se trata de reprimir ni explotar con nuestras emociones, se trata de administrar y equilibrar esas emociones. Un gerente despierta en la medida que despierta su conciencia para ser un transformador de su universo

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  3. Será lo que llamamos románticamente corazón! más bien Cerebro? No se por qué le damas tanta importancia al corazón (que lo tiene en la parte biológica) pero el Cerebro es quien tiene todo el poder, tan es así que si no lo cultivamos y sólo nos dejamos llevar por el día a día nos controla sin darnos cuenta conscientemente, es decir nos quedamos solo con la visión o interpretación de una partecita y no es que juzgue que este mal o bien, pero si lo estudiamos e internalizamos todas las funciones tan básicas y complejas a la vez que el Cerebro realiza tendremos una visión más amplia de todo en la vida; por tanto es el Cerebro el órgano que más debemos fortalecer, conocer y estudiar para TODO, Gracias Humbert por este articulo y a Maryuri por la Genialidad de este Diplomado

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